martes, 30 de noviembre de 2010

¿Qué rol cumple la locura en el texto? (Gloria Oviedo Reveco)

“¿Qué pasa?”
Guy de Maupassant
Que los muebles salgan “corriendo” desde un domicilio hacia una dirección
desconocida, está lejos de ser algo de corte realista. Entonces, si hablamos de
tipos de mundo, diríamos que literariamente pertenecería a lo onírico. Pero ¿Cómo
poder distinguir entre fantasía (literaria) y demencia? ¿Hasta qué punto lo irreal
justifica este cuento de Maupassant y dónde empiezan los cuestionamientos sobre
el delirio?
“¿Quién sabe?” es uno de los últimos cuentos del escritor francés (antes de
morir), donde se relata el extraño hecho ocurrido en la mansión de un solitario
empedernido: los muebles huyen de la casa frente a sus ojos, posteriormente
aparecen en una avenida comercial de Ruán puestos a la venta y finalmente
vuelven a su casa, sin explicación alguna. Para sus empleados y la policía no
cabe duda que se trata de un robo, pero es el protagonista quien no se convence
de argumento alguno, pues él vio cómo cada una de sus pertenencias mobiliarias
salía sola desde su hogar, atravesaba el parque y desaparecía en la noche.
Finalmente, el personaje termina internado, por su propia decisión, en una clínica
psiquiátrica.
¿Por qué? Él vio alterarse su ya frágil estabilidad emocional con todo lo
sucedido, pero para el lector no queda del todo claro de qué se trata.
Sí, él vio huir a los muebles por sí mismo, lo que bordea el delirio y podría
tener claros fundamentos relacionados con la demencia. Pero, entonces, ¿Por qué
esos utensilios vuelven a su misma ubicación dejando, incluso, huellas de haber
sido arrastrados fuera del palacio? Recordemos, además, que todo esto sucede
justo posteriormente a cuando él descubre que sus pertenencias están siendo
vendidas en Ruán. Tomando en cuenta el pacto de verosimilitud de la literatura,
este último hecho puede tener una explicación lógica: los ladrones, al saberse
descubiertos, deciden devolver las cosas a su sitio, para confundir, para perturbar,
para salvarse. Y todo quedaría zanjado. Y podríamos hablar de
psicológica,
protagonista imaginó moverse solos a los objetos, cuando en realidad se los
estaban robando frente a sus ojos.
Pero el texto no entrega ningún antecedente de ese tipo, por lo que es algo
que no se puede considerar, ni siquiera deducir.
¿Qué pasa con los muebles? ¿Con la casa? ¿Con la mente del personaje?
Los muebles son otros protagonistas más que, o son utilizados o juegan a
su antojo con el equilibrio emocional del hombre.
La casa, durante esa noche, no es más que una remembranza de la casa
Usher, por su lobreguez, por el misterio que se esconde dentro, sólo representado
a través de ruidos. Ruidos de madera y metales. Me parece haber visto una
descripción similar antes. Pero aquí la casa no se cae físicamente –como sí le
sucede a la Usher – sino que deja de ser la confortación del protagonista, deja
representar todo lo que él quiere del mundo y de la vida (soledad). De cierto modo,
también cae.
violento asombro, pues no podía dudar de que en esta oportunidad había
escuchado realmente (aunque me resultaba imposible decir de qué dirección
procedía) un grito insólito, un sonido chirriante, sofocado y aparentemente lejano,
pero áspero, prolongado, la exacta réplica de lo que mi imaginación atribuyera al
extra natural alarido del dragón, tal como lo describía el novelista”.
Casa Usher”, Edgar Allan Poe)
fantasíacomo en Poe hablamos de horror psicológico, añadiendo que elAquí me detuve otra vez bruscamente, y ahora con un sentimiento de(“La caída de la1
hallé frente al muro de mi gran palacio, que tenía las contraventanas echadas,
tuve la sensación de que tendría que dejar pasar algunos minutos antes de abrir la
puerta y entrar. Me senté en un banco que había debajo de las ventanas del salón.
Y allí me quedé, un poco trémulo, con la cabeza apoyada en la pared y los ojos
abiertos y clavados en la sombra del arbolado. Nada de extraordinario advertí a mi
alrededor en aquellos primeros instantes. Me zumbaban algo los oídos, pero ésta
es una cosa que me ocurre con frecuencia. A veces creo oír trenes que pasan o
campanas que tocan o el pataleó de muchedumbres en marcha. Pero aquellos
ruidos interiores se hicieron más netos, más precisos, más identificables. Me había
engañado. No era el bordoneo habitual de mis arterias el que me llenaba los oídos
con aquellos rumores; era un ruido muy característico y, sin embargo, muy
A medida que avanzaba, me corrían escalofríos por la piel; cuando me
1
Narraciones Extraordinarias, Editorial LECTORUM, México, 2001, pág 126.
confuso, que procedía, sin duda alguna, del interior de la casa”.
Guy de Maupassant)
(“¿Quién sabe?”,2
Ahí hay claras similitudes entre ambos cuentos, existiendo un architexto
sobre Usher en la obra de Maupassant.
¿Y qué pasa con la mente del protagonista? Antes de los sucesos ya
mencionados, el personaje muestra su amor por la soledad, por la noche, por la
tranquilidad y el aislamiento, siendo éstas características comunes de algunos
trastornos psicológicos. Posterior a lo sucedido, rehúsa volver a su domicilio,
viajando de un lugar a otro, para no cuestionarse sobre el problema que lo aqueja:
la visión de aquella noche. Cuando éste cuenta su angustia a un médico, el
profesional le aconseja internarse, a lo que él accede. Vemos, entonces, que él
mismo cree estar loco, lo cree también el otro personaje, cabe la duda en el lector,
quién no deja de buscar algún detalle que explique lo sucedido (conspiración de lo
empleados, por ejemplo). Pero ¿qué sucede con el escritor?
Dijimos al comienzo de este ensayo, que el cuento que estamos trabajando
fue uno de los últimos que escribió Maupassant antes de morir. Pero antes de
entrar en detalles sobre la larga ‘agonía’ del autor, analizaremos un poco cómo fue
cambiando su obra.
Recordemos que Maupassant en sus comienzos fue fuertemente
influenciado por Gustavo Flaubert y Emile Zola, por lo que no es extraño que sus
primeros cuentos fuesen absolutamente realistas-naturalistas. Es ahí donde
tenemos la emblemática nouvelle “Bola de Sebo”, y algunos cuentos
2
(
“¿Quién sabe?”, texto, cuento completo, Guy de Maupassant. Ciudad Sevahttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/fran/maupassa/quien.htm), párrafos 19 y 20.
característicos de este movimiento, como “En el campo”, “El collar”, “Mi tío Julio”,
entre otros. ¿Y qué pasó después? ¿En qué momento el reflejo de la realidad
social y la determinación biológica dejaron de ser parte de su temática, siendo
reemplazos por un túnel de oscuridad y angustia sin salida (“La noche”), un bote
que pasa toda una noche anclado a una mujer muerta (“Sobre el agua”), por un
algo que consume intangiblemente la vida cotidiana de un ser común (“El Horla”)?
Ahora, para dar respuesta a lo anterior, es necesario tomar lo que
habíamos dejado pendiente. Es conocido por todos que Maupassant murió a muy
corta edad (43 años), pero también hace falta saber bajo qué condiciones vivió sus
últimos años para poder explicar algunos rasgos de su literatura, especialmente de
“¿Quién sabe?”.
El escritor vivió sus últimos años atacado por serios problemas de
demencia
angustia, la soledad, desesperación, delirio e incluso el miedo se vuelven temas
recurrentes. Lo vemos en “El Horla”, cuando el personaje es perseguido por un ser
irreal, por un producto de su imaginación; también en “La noche” ante una noche
(valga la redundancia) que no tiene fin, con todo lo que esto produce en el
personaje, donde incluso el mismo lector se siente ahogado, mareado, perdido.
¿Tanta habrá sido la desesperación de Maupassant que logró traspasar la barrera
de las letras e instalarse en la mente del receptor? Cuando el lector, empatizando
con la angustia del personaje, empieza a sentir la agitación de su corazón y
respiración, cuando experimenta una desesperación similar, una necesidad de
3, los que intervinieron sin duda alguna en sus obras literarias, donde la
3
Datos biográficos sacados de Internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Guy_de_Maupassant;
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/maupassant.htm
explicación lógica y clara, un agotamiento incluso físico, ¿no está, acaso, cayendo
en el mismo delirio que caracterizaron los últimos años del autor francés? “
Del
mismo modo que «en ciertas sociedades, el acceso a la Ley, a lo Simbólico, se
reserva a otras instituciones distintas de la del padre» (p. 133) -que aquélla
permite así pre-comprender, de la misma manera, analógicamente, que la
esquizofrenia no es una entre otras de las dimensiones o posibilidades del
existente llamado hombre, sino realmente la estructura que nos abre la verdad del
hombre”
1989)
¿Qué fue lo que inspiró a Maupassant a escribir en ese tiempo, cuando
sufría de sífilis, de problemas nerviosos y pánico hereditario? “
médico carecerían aquí de recursos ante una existencia que se rehúsa a significar,
ante un arte que se ha pretendido sin obra, ante un lenguaje que se ha pretendido
sin huella. Es decir, sin diferencia. Al perseguir una manifestación que no fuese
una expresión sino una creación pura de la vida, que no cayese nunca lejos del
cuerpo hasta perderse en signo o en obra, en objeto…” (La palabra Soplada
Queda claro que, a pesar de sus enfermedades, sus habilidades literarias no
disminuyeron. Al contrario, tal vez. Pero no deja de ser curioso, sin duda, la
relación que toma con otros autores, como Allan Poe, tanto en su estilo como en
su misma historia de vida (recordemos que también Poe padeció –según
especulaciones – delirios, epilepsia, sífilis, ataques cardiacos). Y qué decir de la
(“La palabra soplada”, Jacques Derrida, Editorial Anthropos,Barcelona,El crítico y el)4.
4
soplada’ que Maupassant extraía de algún lugar para escribir, explica de alguna manera la relación entre su
estado demencial y sus creaciones artísticas.
En este párrafo, Jacques Derrida se estaba refiriendo a Artaud, pero como el objetivo es llegar a ‘la palabra
similitud que ya hemos mencionado de este cuento con la
desde el cual se puede inferir que Maupassant fue fuertemente inspirado en sus
últimos años por la estremecedora literatura de Poe. Siguiendo con Derrida,
podríamos decir que del escritor estadounidense nuestro Maupassant obtuvo
varias
tiempo
que el poema de mi cuerpo, que el teatro de mi gesto. La inspiración es, con
diversos personajes, el drama del robo, la estructura del teatro clásico en que la
invisibilidad del apuntador o «soplador» asegura la diferencia y el relevo
indispensables entre un texto escrito ya por otra mano y un intérprete desposeído
ya de aquello mismo que recibe”
Anthropos, Barcelona, 1989)
Casa Usher, puntopalabras sopladas. “Soplada, esto es, entendamos al mismoinspirada a partir de otra voz, que lee ella misma un texto más antiguo(La palabra soplada, Jack Derrida, Editorial.
¿Fantasía o delirio? Se vuelve a repetir la pregunta. ¿Qué es lo que nos
entrega Maupassant en esta obra? ¿Su locura, su genialidad, un desafío
hermenéutico, un caso lógico,
en un comienzo)? ¿Qué pasó con el protagonista y la historia en sí? ¿Quién sabe?
fantasía psicológica (entendiendo la relación hecha

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